miércoles, 29 de agosto de 2012

Londres: Hasta pronto

¡Piratas!

He de confesar. No sé a vosotros, pero yo odio las despedidas. El principal problema es que nunca sé cómo actuar, nunca he sido de lágrima fácil (por no decir, que no hay pruebas fehacientes que demuestren que yo haya llorado alguna vez ) y ¿cómo se demuestra entonces la tristeza?

La cuestión es, lo que tiene un inicio, tiene tambien su final. Y el día de partir llegó, inexorable, casi sin darme cuenta.

Apuré las últimas horas para hacer trabajar a los súbditos de la Reina en eso que llaman Royal Mail.

Después de una mañana un tanto ajetreada cerrando varios asuntos (entre ellos mi maleta), volvimos a repetir en el restaurante japonés Eat Tokyo debido a su proximidad a la casa.

De postre cayeron unos dedos de canela. Para mi gusto les faltaba canela (sí, lo admito, soy una adicta a la canela. Y ya llevo muchas confesiones hoy)

Saboreando mi último "starbucks" en el autobus que me llevaba al aeropuerto.

Y el tiempo que nos acompañaba era muy sugerente.
 
Dejando atrás las nubes y la lluvia de Inglaterra, el tiempo de Madrid era, en opinión del piloto, "excelente", despejado y con temperatura elevada. (Yo es que soy de Otoño, no me van "las altas temperaturas")

Como extra diré que cada vez que viajo me gusta traer pequeños presentes a mis más allegados y, al igual que hacen mis compañeros, llevar algo a mi oficina. Esto es lo que les traje en ésta ocasión ( y no duró demasiado)
 (tenemos un rincón exclusivo para la colocación de las "chuches") 
 
Ya sólo quedan 11 días para volver a embarcarme hacia las tierras inglesas de nuevo. Como siga así, la Reina me va a tener que contratar como su corsaria.
 
Merkades

sábado, 25 de agosto de 2012

Londres, la suela roja y otros.

9 de Julio

Esa mañana, añadimos a nuestro desayuno macarons de Laduree. Con un desayuno así: feel like a princess (como tiene que ser).

Preparadas para salir


Estuvimos en el barrio haciendo varias cositas. 

Llegada la hora de la comida elegimos un restaurante japonés no muy lejos de la casa de Alice llamado: Eat Tokyo. Como podéis apreciar, los bentos estaban bastante bien y a un buen precio.

Alice posando en "su parada"

Desde allí fuimos al Design Museum para ver la Exhibición que tenían de Christian Louboutin. Era el último día de la exhibición y menos mal, me asusté pensando que se nos había pasado el día y que terminaba el día anterior.

Posando delante del museo (véase mi cara de satisfacción)

A punto de entrar...

Se supone que no se podían hacer fotos ni vídeos, pero al ver que algunas persona lo hacían, yo fui igual de mala e hice unas cuantas fotos.

Por las escaleras (hacia la entrada) habían "louboutines" colgando, preparándonos para entrar en otro mundo en dónde el espectáculo, lo elegante, lo erótico, lo fetichista, lo sensual, lo extravagante, lo glamuroso... puede concentrarse en un sólo objeto: el zapato. Pero no cualquier zapato, no, un Louboutin.




Lo primero que veías eran las hormas de Louboutin.

Y juegos de luz y sombras


Había varias salas pero, como ya he dicho, no se podían hacer fotos, así que no saqué muchas más.

Ésta, era la sala central que se presentaba como un cabaret. Tenía un escenario al fondo y una plataforma central en dónde había expuestos varios diseños.

Si observáis en la imagen de arriba, hay un gran zapato al fondo, en el escenario, era un holograma que daba vueltas y cada cierto tiempo sonaba una musica que era el inicio de lo siguiente:


Os puedo asegurar que era como si ella estuviera allí en persona, ¡era espectacular!

Si queréis saber cómo se hizo el holograma --> aquí.

Entre los muchos pares que se exhibían, uno de mis diseños favoritos es éste:


Los estuve buscando durante todo el recorrido y los encontré casi al final (me parecía raro que no estuvieran, puesto que son un clásico)

Son los llamados Marie Antoniette de los cuales sólo se realizaron 36 pares en color azul, amarillo y rosa palo. Hechos artesanalmente uno a uno y con la colaboración de un experto bordador francés (Jean-François Lesage) y que sólo se podía adquirir en la tienda de Madison Avenue en Nueva York. Ésto fué allá por febrero del 2009. De hecho, los expuesto eran "sample", es decir, la muestra.

Después de estar en el mundo de Louboutin y estar en el cielo (o el infierno, según se mire), sigo admirando aún más a Christian.

De vuelta al mundo de los mortales, cruzamos el Támesis por el famoso Puente de Londres.

Situadas en mitad del puente (y de fondo el color marrón del rio)

Al otro lado.


El puente con los aros olímpicos. 
Estabamos a pocas semanas del inicio de los juegos olímpicos y la ciudad estaba inmersa en la preparación de los mismos.  

Y madre mía, ¡qué pelo más largo tengo!

Estuvimos paseando por el centro, y llegamos al Fortnum & Manson, el paraíso para los adictos al té (al té negro). Tienen de todos los sabores y variedades que podéis imaginar, al igual que de pastas y dulces para acompañar al té. Y por supuesto, su fachada es una pasada.




Moraleja: ¡Quiero Louboutins! Y acepto regalos en cualquier momento del año, no tiene porque ser ninguna fecha especial ni nada de eso. ¡Os quiero!



lunes, 20 de agosto de 2012

Londres: Red Carnation, Laduree and more.

8 de Julio

Ese día, para empezar, Alice me organizó una excursión a su lugar de trabajo: El hotel de lujo Milestone.

Típica foto de antes de salir

Yo, de más cerca, jajaja

Haciendo el chorra mientras esperábamos al bus (o, más bien, yo sola)


La calle de Alice desde la parada del bus.

De camino aproveché para hacerme una foto con la típica cabina roja de teléfono londinenses que, con todo el tiempo y todas las veces que he ido, aún no me había hecho ninguna. Además coincidió con uno de los poco momentos que salió el sol de entre las nubes.


Aprovecho esta foto para describir mi coordinate:
JSK y blusa: Innocent World
Chaqueta / levita: The Extreme Collection
Bolso, zapatos y colgante: BTSSB

Éste es el hotel.
Está situado en frente de los jardines de Kensington.

La entrada.

Dentro nos esperaba Pedro, nuestro guía por el hotel. Desgracidamente, no pudo enseñarme  las habitaciones más impresionantes puesto que el hotel estaba practicamente al completo. Pero no os preocupeis ya que, como regreso en Septiembre, es probable que pueda realizar otra incursión más a fondo.

No pude hacer foto a las salas comunes puesto que había clientes.

Una de las peculiaridades de este hotel es que la dueña es quien decora las habitaciones y no hay ninguna igual. Cada una es completamente distinta a la anterior y, por supuesto, no es permanente, todo depende de la dueña. Por eso, cuando realizas una reserva suelen preguntarte por tu estilo y colores favoritos para poder acomodarte en una habitación (en la medida de lo posible) que se adecue a tu gusto.

Dentro de una de las habitaciones.

En otra habitación

El Milestone Hotel pertenece a la cadena de hoteles "Red Carnation" que en español siginfica: clavel rojo. Como le caí en gracia a nuestro guía, me regaló un clavel rojo (símbolo de la casa) y muy gustosa me lo acomodé en el cabello.

Después de la agradable visita al hotel nos dirigimos al ya conocido Harrods.

La razón: comer en Laduree.

En la salita esperando la comida.
Esta foto me parece la mar de graciosa jajaja. Alice nos observa


Yo me pedí una ensalada y Alice un sandwich.
No quería comer mucho porque ya sabía que lo mejor iba a ser el postre.

No os digo como estaban, porque me quedaría corta.
Mi favorito es el de pistacho y fresa; y la que tenía forma de fresa.
Ésta última era como saborear varias fresas, era una suave explosión de fresa en la boca, estaba... ¡delicioso!

Alice aprovechó para llevarse algo a casa. La caja que eligió fue la edición limitada con ocasión del Jubileo de la Reina Isabel.

De allí, nos fuimos a la zona de Picadilly para realizar unas pequeñas compras y pasear.

Después, por la zona de Trafalgar Square, Alice me sorprendió llevándome al restaurante de Sherlock Holmes (aunque no entramos porque no teníamos mucha hambre, pero se queda pendiente para la próxima vez)

Desde allí andamos hasta el Big Ben, justo cuando se encendían las luces.


Ya, después de la caminata, y no muy lejos de Trafalgare Square, cenamos en el The lord Moon of the Mall

Un lugar bastante acogedor y barato (a pesar del lugar en donde se encuentra)

La cena

Parte de la decoración

Y de regreso a casa:

Sí, pero sólo por ese día jajaja.

Merkades